Así es, el segundo semestre de tercero de carrera empezaba con un buen pie impresionante, el Paso de Ecuador de nuestra promoción. Una fiesta que nadie podía perderse (aunque muchos lo hicieron y es una lástima..) y que no defraudó nada. Ni siquiera la gran locura con la sangría que pareció darnos a todos los que me acompañaban en la mesa, durante la cual nuestra copa no podía continuar llena más de dos minutos.
Dos semanas después (fechas aproximadas, lo estoy haciendo de cabeza) llegarían las Fallas 2011, con unos acompañantes diferentes con los que no estaba acostumbrada a viajar pero que me hicieron disfrutar de aquellos días como una niña. Aquel viaje, sin duda, me enseñó a valorar mis primeras buenas impresiones, y a intentar profundizar más en relaciones que en un principio podrían parecer estancadas.
Poco después (diría que un mes, pero es un secreto jaja) llegaría nuestro querido viaje a Sigean. ¿Queréis pasarlo bien descubriendo fauna africana con amigos por el asequible precio de 35€? Podéis, en Sigean. No, en serio, fue una experiencia encantadora, con su camping con tiendas de campaña y sus animalitos salvajes y exóticos de la reserva.
Ahora no recuerdo muy bien cuando fue, pero antes de todo esto es posible que hubiera entrado en las fauces (o tentáculos, más bien) de Cthulhu, con nuestro querido Máster y nosotros, sus fieles frikis. Fue una sensación indescriptible aquella durante los juegos por la que quería saber más, y más, y me sentía totalmente insaciada. Por suerte, uno de mis personajes aún vive y he podido profundizar aún más en este fantástico mundo.
Después de Sigean (y después de las vacaciones de Pascua) llegó la Animalada 2011, la mayor fiesta veterinaria habida y por haber. Este año ya empezamos a hacer nuestros pinitos en cuanto a la organización de la facultad, creando nuestras preciosas camisetas de "Arritmia animal" que vendemos por el módico precio de 10€. La Animalada no es una fiesta cualquiera, es LA fiesta por excelencia. Nadie puede ni debe perdérsela, o caerá en desgracia durante el resto del curso. El año que viene la montaremos nosotros, y el siguiente nos la montarán, así que ahora solo queda disfrutar.
Y bueno, el resto es historia. Después de esa fiesta lo que le ha seguido han sido trabajos, prácticas y exámenes. El martes tengo el último para decirle adiós a un tercero de veterinaria que no ha sido grande, no, ha sido lo siguiente.
Farmacología, no podrás conmigo. Es una amenaza .
Odio tener que hacer esto, pero he cambiado el título de la entrada. En un principio iba a estar completamente dedicada a la crítica hacia Farmacología, pero por lo visto adentrarse en los recuerdos de un gran curso provoca que te pongas ñoña sin darte cuenta.
Así pues, la entrada ha pasado de "#8. Asignaturas infumables (vol.2)" a "#8. Recopilación de recuerdos". Eso sí, dejo el tag de "asignaturas imposibles" porque me da la gana.